Periodista y fotógrafo

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soitu.es, la leyenda

Nunca pude creer que Soitu un día cerraría, pues nunca he trabajado con gente tan audaz. Son malos tiempos para casi todo, pero ver morir a un medio es algo triste, muy triste. Sobre todo porque la democracia se construye con pluralidad y Soitu ha sido pluralismo en estado puro.

Me llena de orgullo mi participación en Vida Digital, Visto en la Red, El Selector, y la sección de Fotografía -que sigo coordinando aún hasta dentro de unos días-. He aprendido bastante desde que escribí mi primer artículo hasta que el otro día publiqué el último. Agradezco especialmente a Delia Rodriguez y a Borja Echevarría todo lo que he aprendido de ellos a través del chat, el teléfono, y mis visitas a la redacción de la calle Cochabamba.

Hoy me quedo con esta cita de Walter Rathenau, a la que siempre hecho mano en momentos difíciles:

Incluso la época del agobio es digna de respeto, pues es obra, no del hombre, sino de la humanidad y, por lo tanto, de la naturaleza creadora, que puede ser dura, pero jamás absurda. Si es dura la época en que vi­vimos, tanto más debemos amarla, empaparla de nues­tro amor, hasta que logremos desplazar las pesadas ma­sas de materia que ocultan la luz que brilla al otro lado.

Volveremos. Eso seguro.
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Hacer fotos en la nieve tiene truco

-Alvaro- en Flickr.

Ramón Peco - Publicado en soitu.es.

Nieva en casi todas partes. Igual te has lanzado a hacer fotos del paisaje nevado... ¡y has descubierto que te salen horrorosas! En este artículo te explicamos cómo hacer buenas fotos de la nieve. Utilices un móvil, una cámara compacta, o una réflex.

Antes que nada conviene que sepas que un paisaje nevado es una de las mejores pruebas posibles para comprobar la inteligencia y capacidad de tu cámara. La nieve vuelve literalmente locas a casi todas las cámaras, de forma que tus fotos fácilmente aparecerán sobrexpuestas, el cielo aparecerá de un blanco homogéneo o con colores completamente falsos.

Así que si deseas obtener buenas fotos de la nieve, con resultados creíbles, que reflejen el entorno más o menos tal cual lo ves, olvídate de disparar en modo automático. Si tu cámara cuenta con un modo para hacer fotografías en la nieve —esto vale también para algunos móviles— pruébalo, pero no te decepciones demasiado si los resultados no son los esperados. Normalmente este modo sólo da buenos resultados cuando disparas con luz de día y en un entorno rodeado de nieve, como una pista de esquí.

En realidad ese modo lo que intenta es adaptar la exposición y la temperatura de color a las condiciones que produce la nieve, que intensifica la luz del motivo y altera el color de toda la imagen. Pero lo mejor es que seas tú mismo el que determine esos valores.

Corrige la luz

Si tus fotos aparecen con demasiada luz, de forma que algunos elementos de la imagen como el cielo aparecen sin matices de color y con un tono falsamente homogéneo, debes compensar la exposición. Casi todas las cámaras compactas, algunos móviles, y todas las réflex te permiten hacer esto.

Si tus fotos aparecen con demasiada luz y el cielo y la tierra se ven iguales, debes compensar la exposición

Esta es una operación algo compleja, pues la luz que refleja la nieve hace que las mediciones del fotómetro que incorpora tu cámara sean tan exactas como las de una brújula al lado del polo norte. Por lo general vas a tener que sobrexponer la imagen, pues el fotómetro pensará que en la totalidad de la imagen hay más luz de la que realmente hay.

En el caso de las cámaras compactas y de los móviles debes subir el nivel de exposición algún punto. Esta escala normalmente va de -2 a 2 puntos y viene por defecto a un nivel de cero en la cámara. Deberías elevar ese valor hasta +0,5 o +1.

Si haces las fotos con móvil y el valor de exposición no aparece por ninguna parte busca entre las opciones alguna que te permita disminuir el brillo de la imagen y auméntalo un poco. En el caso de las cámaras réflex hay dos caminos para hacer esto: Jugar con la exposición, al igual que se hace en una compacta, o aumentar la luz abriendo el diafragma del objetivo —algunas cámaras compactas también permiten ajustar este valo—-. De esta forma evitarás que la cámara te proporcione una imagen grisacea y poco luminosa.

Sin embargo, esto tiene un importante matiz. Si disparas una foto en un paisaje nevado cuando ya ha salido el sol, al sobrexponer la imagen te encontrarás que el cielo te aparece quemado, blanco, con las luces reventadas. En ese caso, si tienes un poco de paciencia, debes hacer lo siguiente en el caso de que dispares con una réflex o con una compacta avanzada que tenga controles manuales.

Has de medir la luz de la escena hasta el horizonte. Obtendrás una medición de luz que no es correcta debido al reflejo de la nieve. La anotas teniendo en cuenta que para que sea más certera debes aumentar un poco el nivel de exposición. Luego mides la luz del cielo, anotas ese valor y haces la media entre ambas mediciones. El resultado que obtengas son los valores que debes poner en la cámara, haciendo caso omiso de lo que esta te recomiende. Dispara entonces la foto haciendo pruebas con valores similares al que has obtenido al hacer el cálculo. Seguro que una de esas fotos es digna de enmarcar. Los más experimentados pueden poner en práctica la técnica del Alto Rango Dinámico o HDR, con ella seguro que registras de lujo todas las tonalidades del paisaje. Pero eso es otro cantar.

Corrige el color

Una vez que has corregido la luz de la escena ahora toca hacer lo propio con el color, y esto es un poco más delicado. Si usas una cámara compacta haz pruebas con los distintos valores que vienen por defecto en las opciones de balance de blancos. Por ejemplo, es probable que balanceando el color a un tono más cálido puedas compensar el tono azulado que quizá te proporciona la medición automática de color de tu cámara.

Si la cámara en cuestión te permite hacer un balance de blancos manual, úsalo. Para ello debes enfocar con la cámara a un punto en el que la nieve aparezca de color blanco. Ese será el color blanco por defecto con el que la cámara determine el color blanco de toda la escena, y el resto de colores aparecerán en función de ese blanco que hemos tomado como referencia. Esto no es probable que de buenos resultados a la primera de cambio así que haz varias pruebas. En el caso de los móviles sólo algunos de última generación equipados con cámaras de alta calidad te permitirán hacer ese balance de blancos manualmente.

Corrige el desaguisado en casa

A veces es mejor no romperse la cabeza con la cámara si tienes delante de ti un extraordinario paisaje o un motivo genial. En ese caso lo mejor es que captes en automático las fotos, o mejorándolas hasta el punto que te sea posible, y luego las proceses en tu ordenador para que de verdad luzcan con el color que se merecen.

En ese caso la mejor opción es disparar en RAW la imagen si tu cámara lo permite —todas las réflex y las compactas de alta gama pueden hacerlo—. Disparando en este modo podremos ajustar con un editor el balance de blancos de la foto hasta lograr un resultado creíble. Si tu cámara dispara en Jpeg no te preocupes, también podrás enmendar el resultado, aunque con menos flexibilidad.

Si vas a procesar un archivo RAW de un paisaje nevado usa el software que te ha proporcionado el fabricante o bien prueba con Camera Raw de Photoshop. Los valores que deberás modificar son los de balance de blancos, exposición y contraste. Seguro que te sorprendes. En el caso de los archivos Jpeg puedes usar también Camera Raw o algún editor más sencillo, como nuestro querido Picasa.

Y a todo esto, ¿qué fotografío?

En la nieve suele dar un excelente resultado fotografiar motivos con un color muy vivo que contraste con el blanco. Esta foto y esta otra son buenos ejemplos. Para obtener este tipo de imágenes una vez que has corregido el color y el nivel de luz como antes se ha explicado, debes jugar con la saturación de la imagen y con el contraste, aumentando ambos valores ligeramente en tu cámara —si es que te lo permite— o con el programa de edición que uses.

Una posibilidad que no debes descartar si haces retrato es la de compensar la luz disparando con flash, eso te ayudará a que la persona que aparece en primer plano no salga a oscuras por la fuerte iluminación del fondo. Sin embargo, ten en cuenta que si está nevando en el momento de hacer la foto al disparar el flash aparecerán motas de nieve en la imagen. Aunque igual es eso precisamente lo que quieres.

Pero sobre todo haz fotos, muchas fotos, que al fin y al cabo es lo mejor que puedes hacer para que de entre todas aparezca al menos una genial.

Y una advertencia

Mucho cuidado a la hora de hacer fotos en la nieve. Es importante que la cámara no se moje ni permanezca excesivamente expuesta al frío. Guárdala en la funda mientras no hagas fotos y por nada del mundo la coloques directamente sobre la nieve. Si usas una réflex ten mucho cuidado con cambiar el objetivo a la intemperie; las lentes, el sensor, o el obturador pueden dañarse.

Así que a practicar toca, pero cuidado con el frío y los bolazos de nieve. ¿Tienes fotos en tu blog o en tu cuenta de Flickr que hayas hecho de las nevadas? Nos encantaría verlas.

Sigue los comentarios en soitu.es o en mename.net

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Soitu negro

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Otro periodismo

Reportaje sobre soitu en cámara abierta 2.0

Lázaro Carreter decía que el adjetivo histórico había perdido su sentido desde que había partidos de fútbol históricos todos los fines de semana. De igual forma la palabra revolución ha perdido bastante su sentido por el abuso que de ella se ha hecho. Cada día la publicidad comercial y la propaganda política nos brindan tres o cuatro nuevas revoluciones. En lo que respecta a internet la palabra ha quedado casi inutilizada. Internet es revolucionario, pero mucho menos de lo que se dice.

En el momento en el que la información se antepuso a los tres pilares clásicos de la economía (tierra, trabajo y capital) ya no había más remedio: internet tenía que nacer. En ese sentido puede decirse que internet es revolucionario, pues nace de una redefinición de la estructura mundial económica. Los que controlan la información controlan el mundo, porque en sus manos tienen la herramienta para gestionar los tres factores productivos clásicos de la economía. De hecho, la teoría vigente sobre los factores de producción económicos ha incorporado el capital inmaterial como factor determinante, lo que ha dado lugar a la llamada economía del conocimiento.

Paradójicamente, este cambio ha provocado que el cuarto poder haya visto trastocada su estructura en el momento en el que internet ha aterrizado masivamente. Cada vez son más frecuentes los análisis que delatan cómo los canales de información clásicos, y los medios que operan en ellos, están perdiendo fuerza frente a medios completamente digitales. Esto no es un mero problema tecnológico. No se trata simplemente de que los grandes medios de comunicación transmitan sus informaciones escritas o audiovisuales vía internet. La revolución viene dada por un factor de escala.

Los medios de comunicación de masas han perdido con internet el monopolio de la difusión de la información. En el momento en el que la estructura comunicativa de la red ha comenzado amoldarse a plataformas tecnológicas que permiten de una vez por todas la comunicación punto-masa (blogs, redes sociales, tecnología rss...) el periodismo ciudadano se ha convertido en una realidad. Evidentemente, los medios de comunicación de masas siguen teniendo en su poder la capacidad de emitir informaciones que, por sus costes económicos y por la capacidad de los medios clásicos de acceder a las jerarquías del poder, no están al alcance del ciudadano. Sin embargo, el periodista digital tiene en su mano la posibilidad de ser independiente, y eso es revolucionario.
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